Maritere Braschi

Si usted tuviera el privilegio de verla frente a cámaras, caminado por un mercado o concentrada en su rutina de entrenamiento, le costaría creer que esta mujer de envidiable figura, que goza del físico de una adolescente, hace mucho rato que pasó a ser una señora de las cinco décadas. Desde que la vieron nacer, Fernando y María Teresa sabían que su primogénita iba a ser muy especial.

Esta muñequita de porcelana, heredaría el nombre de mamá aunque para la familia sólo era Maritere. Sus impresionantes ojos verdes eran una provocación, imposible de eludir para cualquier cámara, es por eso que con apenas 14 años, esta limeña de ascendencia alemana terminó por adueñarse de un sinnúmero de catálogos de belleza y spots comerciales. 

María Teresa Braschi pudo ser modelo o reina de belleza pero prefirió ser periodista. Cambió las pasarelas por las entrevistas y con el tiempo, su figura saltó del análisis más serio al liderazgo de los polémicos talk shows.

Corría el año 1984 y Caretas promocionaba el certamen de belleza de Miss Perú. Maritere tenía 18 años y un fotógrafo de esa revista no había podido escapar a la belleza que irradiaba la Braschi. Le propuso, de mil maneras, participar en el certamen y sólo consiguió un rotundo no como respuesta. Lo que sí logró este hábil artista fue fotografiarla. La modelo de nombre aún desconocido sería la portada de la revista y el título del artículo sería “El no de la bella”.

Su angelical rostro y sus deseos de ser periodista llamaron la atención de esta casa televisora. La joven modelo que soñaba con ser traductora de idiomas pasó el casting y en un abrir y cerrar de ojos se encontraba frente a cámaras. Su habilidad para aprender rápidamente este oficio la llevó a quemar etapas en pocas semanas y pasaría a conducir el noticiero central, una gratificante experiencia. Canal 2 sería su siguiente casa. Ahora no sólo tendría que leer noticias sino que además tendría que demostrarle a sus críticos que no se trataba sólo de un rostro bonito.En 1989 asume la conducción del dominical Contrapunto, en una época donde nuestro país sangraba, herido por los ataques terroristas de Sendero. En ese difícil escenario, Maritere demostró que estaba hecha para esta profesión, realizando entrevistas a políticos acostumbrados a debatir con periodistas mucho más experimentados.

Ya convertida en una figura de la pantalla chica, Maritere se casa por la vía civil con el reconocido empresario Mendel Winter, uno de los directivos más importantes de ese canal, veinte años mayor que ella. Tras seis años al frente de Contrapunto, María Teresa Braschi deja la conducción, motivada por su primer embarazo.En 1996, el rostro emblemático de Contrapunto deja el tono serio y formal y retorna a la televisión convertida en la presentadora del primer talk show conducido por una mujer en el Perú.El éxito seguía sonriéndole, tuvo a Gabriel, su segundo hijo y cuando todo parecía un cuento de hadas en su vida, el castillo se desmoronó. Su esposo fue vinculado con el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos y fue recluido en un penal por tres largos años, tiempo en el cual, Maritere no sólo tuvo que alejarse de la televisión sino que necesitó hacerse muy fuerte por sus hijos.

 Maritere necesitaba nuevos aires, trabajar en un lugar donde no sea señalada y pueda reconstruir su biografía frente a una pantalla. La oportunidad le llegó en 2001, nada menos que en Ecuador. Pero la polémica se volvió a instalar en el formato del talk show. El género tenía muchos detractores. En el Perú se hacían públicas una serie de denuncias que acusaban a este tipo de programas de hacer pasar como reales situaciones ficticias, acompañadas de agresiones verbales y físicas, en una desesperada lucha por generar mayor sintonía.Maritere regresa a la casa televisiva que la vio nacer con el noticiero matutino Primer Reporte junto a Mijael Patzl. Después de ocho años volverá a conducir un programa en la televisión peruana.